Louise Michel, figura eterna
La Virgen Roja, como era conocida Louise Michel, fue una luchadora, poeta y un icono del pueblo trabajador.
Su lucha tortuosa le propició grandes problemas pero también grandes satisfacciones. Creó escuelas laicas antiautoritarias, fue revolucionaria militante antibonapartista y, en definitiva,activista proletaria.
Dedicado a todas vosotras y en especial a Jara.
Poema de Victor Hugo a Louise Michel
“Los que saben de tus versos misteriosos y dulces, / de tus días, de tus noches, de tu solicitud, de tus lágrimas derramadas por todos, / de tu olvido de ti misma por Socorrer a los demás, / de tu palabra semejante a la llama de los apóstoles; / los que saben del techo sin fuego, sin aire, sin pan, / del catre y la mesa de pino, / de tu bondad, tu dignidad altiva de mujer del pueblo, / de tu ternura austera que duerme bajo tu cólera, / de tu fija mirada de odio a todos los inhumanos, / y de los pies de los niños calentados en tus manos; / y ésos, mujer, ante tu majestad bravía, / meditaban, y, a pesar del pliegue amargo de tu boca, / a pesar del maldiciente que, encarnizándose contra ti, / te lanzaban todos los dicterios indignados de la ley, / a pesar de la voz fatal y alta que tu acusa, / veían resplandecer el ángel a través de la Medusa.
Su lucha tortuosa le propició grandes problemas pero también grandes satisfacciones. Creó escuelas laicas antiautoritarias, fue revolucionaria militante antibonapartista y, en definitiva,activista proletaria.
Dedicado a todas vosotras y en especial a Jara.
Poema de Victor Hugo a Louise Michel
“Los que saben de tus versos misteriosos y dulces, / de tus días, de tus noches, de tu solicitud, de tus lágrimas derramadas por todos, / de tu olvido de ti misma por Socorrer a los demás, / de tu palabra semejante a la llama de los apóstoles; / los que saben del techo sin fuego, sin aire, sin pan, / del catre y la mesa de pino, / de tu bondad, tu dignidad altiva de mujer del pueblo, / de tu ternura austera que duerme bajo tu cólera, / de tu fija mirada de odio a todos los inhumanos, / y de los pies de los niños calentados en tus manos; / y ésos, mujer, ante tu majestad bravía, / meditaban, y, a pesar del pliegue amargo de tu boca, / a pesar del maldiciente que, encarnizándose contra ti, / te lanzaban todos los dicterios indignados de la ley, / a pesar de la voz fatal y alta que tu acusa, / veían resplandecer el ángel a través de la Medusa.
2 Comments:
Gracias compañero...¡a peinar la historia a contrapelo!
Y hablando de pelo, ¿que champú usa la Luisa michel?
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